Cosecha de cereal histórica
Confirmado el récord histórico con 26,7 millones de toneladas cosechadas
La climatología favorable a lo largo del ciclo vegetativo del cereal ha sido determinante para la consecución de esta gran cosecha
Se confirma una cosecha de cereal histórica con una producción nacional de 26,7 millones de toneladas, según la última estimación de Cooperativas Agro-alimentarias de España. Una vez más, la climatología ha sido un factor determinante que ha permitido alcanzar un rendimiento medio de 4,51 toneladas por hectárea, un 45% más que el año anterior. En términos generales, el comportamiento del clima durante el ciclo vegetativo del cereal ha sido adecuado en la amplia superficie cerealista del territorio español, que ocupa 5,9 millones de hectáreas, si bien el exceso de lluvias y las altas temperaturas del mes de mayo han mermado la producción de algunas zonas en las que operan las cooperativas socias del Grupo AN. Un año más, la revista Acción Cooperativa repasa las particularidades de cada una de estas regiones, así como las impresiones de técnicos y responsables de cooperativas sobre la histórica cosecha de cereal 2020.
Las altas expectativas generadas en torno a la cosecha de cereal 2020 finalmente se han cumplido: la última estimación de Cooperativas Agro-alimentarias de España confirma la previsión de una cosecha histórica, con una producción de 26,7 millones de toneladas. Esta cantidad supera con creces los 24,1 millones de toneladas de cereal obtenidos en la cosecha más productiva de la historia, la de 2013, y supone un incremento del 46,34% con respecto a la de 2019.
La estimación también apunta a un rendimiento medio de 4,51 toneladas por hectárea, un 45% más que en la última campaña. Además, especifica que el principal cultivo nacional ha sido la cebada, que ha alcanzado
los 11,9 millones de toneladas, con el 46,3 % de la superficie
y el 44,6 % de la producción.
Estas cifras, que confirman las previsiones más optimistas, han sido posibles gracias a uno de los factores determinantes para el desarrollo del cultivo: el clima. En general, la climatología ha tenido un comportamiento positivo durante todo el ciclo vegetativo del cereal.
Por un lado, las precipitaciones de los meses que van de septiembre a mayo fueron abundantes, pudiendo calificar el ciclo del cereal como un ciclo húmedo. No obstante, ha habido algunas excepciones, como el estrés hídrico provocado por la ausencia de lluvias del mes de febrero, especialmente del sur de la península, o el exceso de lluvias que ha mermado la producción en algunas zonas de Navarra.
Por otro, las temperaturas, tan importantes para el desarrollo del cereal, han sido cálidas durante todos los meses del ciclo vegetativo, favoreciendo el desarrollo de la planta y facilitando el alcance de buenos rendimientos, pero generaron problemas puntuales durante la segunda quincena de mayo.
La amplia superficie de producción de cereal, que este año ha aumentado ligeramente hasta los 5,9 millones de hectáreas, supone el 12% del territorio español. Su extensión a lo largo y ancho de la península hace necesario un análisis diferenciado por zonas ya que, aunque las grandes cifras no dejan duda de la calidad de esta cosecha a nivel nacional, cada región tiene sus particularidades.
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