Auditoría de responsabilidad social superada con nota
Certificaciones que destacan las buenas prácticas en gestión de personas y prevención de riesgos
Han pasado cuatro años desde la primera vez que la sección cárnica del Grupo AN pasó una auditoría SMETA-Sedex, un proceso que mide y certifica la responsabilidad social y las condiciones de trabajo de las empresas. En aquella ocasión fue Lidl, uno de los clientes de AN Avícola Mélida, quien impulsó con sus proveedores esta iniciativa que aporta valor añadido a las organizaciones que superan la auditoría, ya que es voluntaria y se puede pasar cada dos años. La segunda vez, en 2021, tuvo un componente especial, por haberse dado en plena pandemia. La tercera se ha superado recientemente: los días 25 y 26 de mayo en Mélida y el 3 de junio en Ávila. La diferencia entre que se realice en una jornada o en dos depende del número de personas que trabajan en el centro analizado, si más o menos de 100.
“Es una auditoría de responsabilidad social”, explica Virginia Esténoz, del Área de Personas de Mecosavi. “Está basada en las condiciones de trabajo y, en nuestro caso, se centra en dos ámbitos: prevención de riesgos laborales, por un lado, y responsabilidad social y gestión de personas, por otro. La nuestra ha terminado con una certificación positiva y, además, nos han otorgado una distinción Good example (Buen ejemplo), por prácticas que impulsamos, como el envío del calendario del bienestar, las frases de autocuidado y las entrevistas que hacemos con los trabajadores y las trabajadoras enfocadas a su bienestar”.
Sedex es un organismo inglés en el que es necesario estar inscrito para pasar la auditoría SMETA, que realizan profesionales de la empresa SGS. En cuanto a la dinámica, consiste en la realización de entrevistas a personas que seleccionan al azar, tratando de cubrir todas las áreas y turnos, y de incluir tanto a hombres como a mujeres, detalla Esténoz: “Lo que buscan es obtener una muestra representativa de toda la planta. Nos piden un listado de todas las personas que están en alta y eligen a 25 en Mélida y a 10 en Ávila. Hacen con ellas entrevistas confidenciales, de manera individual y también en grupo”. En esas entrevistas, preguntan cuestiones objetivas, relacionadas con el cobro de las nóminas, los tiempos de descanso o la facilidad para afiliarse a sindicatos, y otras subjetivas, como el nivel de satisfacción con las condiciones de trabajo.
“También les preguntan si tienen facilidad para plantear cuestiones a sus superiores, por ejemplo”, añade Virginia Esténoz. “Los resultados de las entrevistas fueron muy buenos”, afirma.
En los días previos, se publica una nota en los centros para que los trabajadores sepan que se va a realizar una auditoría y que podrían ser llamados para una entrevista. Además de esa metodología, los profesionales que realizan la auditoría hablan previamente con un miembro del comité de empresa y, por otro lado, solicitan diversa documentación e información al equipo del Área de Personas: “Nos preguntaron por los canales de comunicación con la plantilla y les hablamos de las listas de difusión que tenemos en todas las plantas y del boletín trimestral. Revisaron los fichajes, los descansos, las horas extras, la accidentalidad, los datos de absentismo y las diferentes nacionalidades, entre otras cuestiones”, recuerda Esténoz. También se comprobó la existencia de un código ético, de un canal ético y de un protocolo contra el acoso y que estos se hayan enviado a todas las personas y publicado en los tablones de información.
Virginia Esténoz destaca la importancia de esta auditoría a la que la sección cárnica se somete de manera voluntaria: “Aunque Lidl ya no la pide a sus proveedores, desde la dirección se decidió volver a pasarla por el valor añadido que supone para toda la empresa”. Y en concreto, para el Área de Personas tiene un componente satisfactorio extra: “Es un reconocimiento de que estamos haciendo las cosas bien y sirve para visibilizar que nos dedicamos a mucho más que a gestionar contratos y nóminas. Ahora nos estamos enfocando especialmente en el cuidado de las personas, que son lo más importante que tenemos, y nos preocupamos mucho de que estén bien de salud, además de contentas con su trabajo”. Además de Virginia Esténoz, han colaborado con los profesionales de la auditoría, desde el Área de Personas, Esther Bosque, Elizabeth Quesada y Sara Torrado.
La certificación SMETA-Sedex obtenida recientemente en los centros de trabajo de Mélida y de Ávila tiene una validez de dos años. En 2025 habrá una nueva posibilidad de obtenerla.